Las escaleras de mano son herramientas prácticas y simples de usar, pero si no reciben mantenimiento apropiado pueden ser peligrosas. En 2011 las lesiones por caídas de escaleras relacionadas con el trabajo causaron 113 fatalidades, provocaron aproximadamente 15,460 lesiones no fatales que resultaron en más de un día de ausencia en el trabajo, y un total aproximado de 34,000 lesiones no fatales fueron atendidas en departamentos de emergencias1. Los accidentes con escaleras de mano ocurren si éstas tienen defectos, si están mal colocadas o si se usan incorrectamente.

Aunque los trabajadores conozcan las reglas de seguridad para la colocación y uso seguro de las escaleras de mano, es importante que sepan cómo inspeccionarlas, hacerles el mantenimiento y cómo guardar las escaleras que usan en su sitio de trabajo. Los materiales que se usan en la construcción de las escaleras están diseñados para durar indefinidamente si se tratan con cuidado y no sufren abusos. Un mantenimiento apropiado, un buen cuidado y una lista de inspección pueden ayudar a prevenir que los trabajadores usen una escalera defectuosa.

Las escaleras descuidadas pueden convertirse en peligros, por lo tanto los trabajadores deben darle mantenimiento con frecuencia. Antes de usar una escalera de mano, se debe inspeccionar para asegurar que esté en buenas condiciones de operación. Si durante la inspección se descubre algún defecto en la escalera, ésta debe rotularse y sacarse de servicio de inmediato. Las escaleras rotas o dañadas deben ser reparadas correctamente por un trabajador calificado o deben desecharse y reemplazarse.

La inspección de una escalera comienza de arriba hacia abajo. Los trabajadores deben observar que no tenga peldaños flojos. Los peldaños deben ser resistentes, estar limpios y no estar resbalosos con aceite o grasa. Las patas verticales de la escalera deben ser fuertes, sin grietas, rajaduras o bordes doblados. Las abrazaderas de la escalera deben estar fuertes. Los clavos, tornillos y otros elementos de sujeción deben estar apretados. Finalmente, los pies de las escaleras deben examinarse y sus bases antideslizantes deben estar en buenas condiciones.

Los diferentes tipos y materiales de las escaleras tienen diferentes puntos de inspección. Las escaleras de madera nunca deben pintarse y no deben tener grietas ni rajaduras. Las escaleras de metal o de fibra de vidrio deben revisarse para asegurar que no tengan curvaturas ni roturas. Las escaleras de metal deben revisarse para ver que no tengan señales de corrosión. Las escaleras de tijera no deben estar tambaleantes, una indicación de posible tensión lateral, y las bisagras deben estar firmes y rectas. Las escaleras extensibles deben tener bloqueos de extensión que traben correctamente. Las cuerdas de extensión no deben estar podridas ni desgastadas.

Los trabajadores deben tratar de evitar daños a las escaleras durante su transporte y uso porque eso debilita a la escalera. Al transportar una escalera, los trabajadores deben atarla fuertemente al vehículo para evitar que reciba golpes, rozaduras o rayones. Los pernos y juntas dañadas pueden aflojarse y eventualmente hacer que la escalera se tuerza y se vuelva inestable. Las escaleras rectas deben guardarse planas o en ganchos en la pared para evitar que se comben o se pandeen. Las escaleras de tijera deben guardarse verticales y en posición cerrada. Todas las escaleras deben guardarse en áreas protegidas y alejadas de fuentes de humedad.

Referencias:
1Centros pora el control y prevención de enfermedades, Informe semanal de morbilidad y mortalidad, 25 de abril de 2014