Todos los años aparecen en el lugar de trabajo muchos productos químicos nuevos y, a pesar de una cuidada planificación y de las medidas de seguridad tomadas, se producen accidentes en los que las personas se ven expuestas a productos químicos nocivos. Debido al potencial de exposición, cada lugar de trabajo debe disponer de una lista de todas las sustancias peligrosas. Las Hojas de Datos sobre Seguridad de Materiales referentes a estas sustancias deben estar fácilmente disponibles y en ellas deben constar descripciones de las sustancias, incluida su ubicación, riesgos, precauciones del fabricante y las medidas de tratamiento o antídoto en caso de producirse una exposición peligrosa a dicha sustancia.

El lugar de trabajo debe poseer estaciones de lavado de emergencia siempre que exista un riesgo razonable de que los trabajadores puedan verse expuestos a productos químicos cáusticos o a otras sustancias peligrosas. Todos los trabajadores sometidos a este riesgo deben conocer la ubicación y propósito de las estaciones de lavado de emergencia y ser capacitados con regularidad acerca de su uso. Adviértase que las estaciones de lavado de emergencia no son sustitutivas de los equipos de protección personal, tales como anteojos, máscaras protectoras y ropa de seguridad.

Algunos productos químicos reaccionan de una manera peligrosa cuando se mezclan con otra sustancia y pueden poner en peligro al usuario o a las personas a su alrededor. Se puede combatir la reacción si se dispone de duchas o estaciones de lavado de emergencia que proporcionen cantidades abundantes de agua que fluyan continuamente para eliminar el producto químico. No se recomienda el uso de agentes neutralizadores en los ojos ni en la piel. La combinación de ciertos productos químicos puede resultar peligrosa e incrementar los efectos perjudiciales de las quemaduras químicas o causar cicatrices en la piel si, accidentalmente, se utiliza un agente neutralizador inadecuado.

Lavarse de inmediato con abundante agua potable es la medida más efectiva que se puede tomar en primer lugar para el tratamiento de la contaminación química de los ojos o la piel. Esto, junto con la selección y colocación de duchas o estaciones de lavado de emergencia, son dos de las medidas cruciales que se pueden adoptar para responder eficazmente a una emergencia.

Los expertos médicos destacan la extrema importancia del acceso inmediato a una estación de lavado de emergencia. La probabilidad de lograr una recuperación total de las lesiones oculares es excelente si la víctima llega a una estación de lavado de los ojos en un plazo de 10 a 15 segundos. El pánico, el dolor y el oscurecimiento de la visión reducirán el tiempo de respuesta, por lo que es importante que las estaciones de emergencia se coloquen en lugares bien visibles.

La duración del lavado y la cantidad de agua utilizada en él resultan fundamentales para el tratamiento con éxito de los ojos o la piel. La duración mínima del lavado de los ojos es de 15 minutos, aunque la mayoría de los expertos coincide en señalar que resulta más apropiado hacerlo durante 20 a 30 minutos. Es importante regular atentamente la presión del agua de la estación de lavado de los ojos, ya que el tejido ocular debilitado puede resultar dañado fácilmente.

Se deben establecer, con la ayuda de profesionales médicos capacitados, medidas de primeros auxilios para las lesiones químicas; éstas, al igual que todas las precauciones de seguridad, deben ser revisadas y actualizadas con regularidad.