La pintura a pistola es una manera común y eficaz de proteger y embellecer partes, productos, vehículos y edificios. La pintura a pistola permite cubrir áreas grandes con capas uniformes de pintura de imprimación, pintura en sí, selladores y otros recubrimientos. Sin embargo, los trabajadores en operaciones de pintura necesitan reconocer y resguardarse contra los peligros asociados con los procesos de pintura a pistola.

Muchas pinturas, recubrimientos, catalizadores, selladores, endurecedores y solventes contienen sustancias químicas peligrosas. La exposición a estas sustancias químicas puede ocurrir durante el mezclado o durante el pintado a pistola del material, o al lijar o esmerilar. Aun ciertos solventes para la preparación y limpieza de las superficies pueden presentar peligros si no se manejan correctamente. Por lo tanto, los trabajadores deberán evitar el uso de solventes para limpiarse la pintura de las manos o de la piel. Se deben usar limpiadores a base de agua diseñados para uso en aseo personal.

Las sustancias químicas peligrosas presentes en los recubrimientos y los solventes pueden entrar al cuerpo de varias maneras. Los trabajadores pueden inhalar los vapores químicos al pintar, absorber la sustancia química por contacto con la piel o por inyección de la sustancia química por medio de equipos de pintura a pistola de alta presión. Los síntomas de exposición excesiva a sustancias químicas peligrosas incluyen náusea, erupciones de la piel y enfermedades a largo plazo tales como asma, cáncer de pulmón y sensibilización (volverse fuertemente alérgico a la pintura). Antes de comenzar a trabajar, los pintores a pistola deberán leer las Hojas de Datos de Seguridad (SDS, por sus siglas en inglés) correspondientes a las sustancias químicas que usarán, y también usar los equipos de protección personal apropiados, tal como gafas de seguridad, equipos de respiración (si están calificados desde el punto de vista médico, debidamente ajustados y capacitados) guantes o monos de trabajo para protegerse contra los peligros potenciales.

Ya que una ventilación adecuada es importante al trabajar con pinturas a pistola, una sala de pintura a pistola es una forma excelente de eliminar los vapores y desperdicios de la pintura de la zona de respiración del trabajador. Muchos recubrimientos contienen sustancias inflamables que quedan en suspensión en el aire cuando se pintan con equipos a presión sin la ventilación necesaria, tal como en una sala de pintura a pistola. Dichos vapores pueden acumularse y crear un peligro de explosión o incendio. Pero para proporcionar la máxima protección, la sala de pintura deberá recibir un mantenimiento apropiado, incluyendo limpieza periódica de los filtros y del exceso de pintura acumulada. Y para evitar incendios de sustancias inflamables se debe prohibir fumar y tener otras fuentes de ignición cerca de las operaciones de pintura, y las herramientas deberán ser clasificadas para ese uso y conectadas a tierra en las áreas de pintura a pistola.

Debido a que muchos de los equipos usados para la pintura a pistola y la preparación de superficies usan aire comprimido, los trabajadores deberán estar conscientes de que el ruido puede constituir un riesgo y por lo tanto deben usar protección para los oídos cuando trabajan con herramientas operadas por aire comprimido. Los equipos de esmerilado y lijado no sólo generan ruido sino también crean polvo de partículas finas, por lo tanto se debe aconsejar a los trabajadores que usen gafas de seguridad y máscaras contra el polvo o un respirador si se requiere y si están calificados para usarlo.

Al pintar con pistola tenga en cuenta la ergonomía. A menudo, los trabajadores deben sostener recipientes de pintura llenos y manejar objetos pesados y difíciles de manejar mientras pintan. El uso de pistolas de pintar bien balanceadas en la mano o el uso de carretillas o grúas para mover objetos puede reducir la posibilidad de accidentes o lesiones. También, se debe alentar a los trabajadores a que tomen descansos frecuentes y que se estiren para evitar esguinces y torceduras. Si los trabajadores están conscientes de la seguridad, en las operaciones de pintura a pistola y en sus cercanías, pueden evitar muchos problemas.