Las actividades cotidianas, como conducir un vehículo, ir al trabajo o caminar por la calle conllevan un cierto nivel de riesgo a su seguridad personal. Muchos trabajadores viajan largas distancias para llegar al trabajo, o tienen empleos móviles o en contacto con el público. Ya sea por crímenes o por circunstancias, tanto las personas como los acontecimientos pueden ser impredecibles. No se pueden evitar todos los riesgos, pero no es sensato actuar sin tomar precauciones. El mejor enfoque es evaluar los riesgos involucrados con una actividad y tomar las medidas de seguridad necesarias y lógicas.

Sus mejores herramientas de seguridad son su mente y el sentido común. Piense en cómo puede encarar diferentes situaciones de emergencia y prepare un plan de seguridad para cada una de ellas. Haga arreglos para contactar a compañeros de trabajo y familiares después de un desastre, tal como un sismo. Al conducir, considere a dónde debe conducir su vehículo si viene otro de frente o si ocurre un accidente. Si lo atacan, decida si debe resistir y cómo. Estar preparado para emergencias le puede ayudar a mantener la calma y tomar las decisiones correctas.

Cuando salga de la oficina, avísele a alguien en dónde estará y cuando regresará. Planifique su ruta y lleve un mapa. Tenga las llaves listas y mire dentro del vehículo antes de entrar a él. Mantenga las puertas y ventanas cerradas mientras conduce. Nunca dé aventones y reporte cualquier accidente o auto descompuesto por teléfono en lugar de parar en el sitio. Estaciónese en áreas bien iluminadas y observe sus alrededores antes de salir del vehículo.

En la calle, manténgase en el lado interior de la acera. Trate de caminar cara al tráfico para poder ver autos fuera de control y para prevenir que alguien lo secuestre llevándoselo en un vehículo. Si usted lleva una bolsa o cartera, esté preparado para soltarla si alguien se la arrebata. No use audífonos mientras camina porque le impiden oír a alguien que se le acerque. Clases de defensa personal o conciencia de seguridad le pueden ayudar a sentirse más seguro cuando esté en la calle.

Si alguien lo asalta físicamente, sepa que no hay una manera “correcta” de responder. Usted precisa evaluar su habilidad y la situación, y después determinar su mejor plan de acción. Hay veces que resistir y pedir ayuda a gritos es suficiente para desalentar al atacante. Usted puede hablarle al atacante y tratar de disuadirlo de cometer un crimen o puede darse por vencido y tratar de escaparse después. Usted debe saber que tiene el derecho a defenderse razonablemente con lo que tenga a su alcance, pero portar armas ofensivas está prohibido por la ley.

Finalmente, haga caso a su intuición y obedezca sus instintos para lograr su seguridad. No tenga miedo de ser descortés y nunca permanezca en una situación incómoda.