En 2013, un informe publicado por el Departamento de Salud Pública de California (CDPH) estimó que más de 974,000 adultos padecen de asma causada o agravada por sustancias que utilizan, o a las que se ven expuestos, en el sitio de trabajo. Este número representa alrededor del 40% de los adultos que padecen asma en California.

Esta afección se conoce como “asma ocupacional” (Work Related Asthma – WRA). El asma ocupacional puede desencadenar una reacción asmática en los trabajadores que ya tienen asma o incluso ser la causa de una nueva afección asmática. El asma es causada o desencadenada por las sustancias llamadas asmágenos o sensibilizantes. Cuanto más se exponga el cuerpo a un asmágeno o sensibilizador, este se vuelve más sensible a ellos, y con el tiempo, se desarrollan síntomas de asma siempre que se produzca una exposición.

Cómo se desarrolla el asma ocupacional

 
En la actualidad hay unos 300 asmágenos documentados, y muchos se han encontrado en los productos de limpieza de uso industrial y doméstico. La única manera de tratar el asma ocupacional es retirar la sustancia o al trabajador del lugar de trabajo.
 
El informe del CDPH dice también que de 975,000 adultos con asma ocupacional, el 56% no pudo regresar a su trabajo habitual. Algunas alergias respiratorias pueden ser activadas por fragancias, que son complejas mezclas químicas utilizadas usualmente para perfumar los ambientadores, productos de limpieza, productos para el cuidado personal y otros artículos de consumo. El asma ocupacional también es un tema de preocupación en el trabajo de conserjería, según un estudio de 2010 del Departamento de Salud del Estado de Nueva York, los niños nacidos de mujeres que realizaron trabajos de limpieza durante el embarazo tienen un riesgo elevado de padecer defectos congénitos.
 

¿Qué puede hacer usted?

 
La Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association) recomienda que, si se encuentra un producto que está causando una reacción, se debe eliminar inmediatamente. Muchos de los productos de limpieza que utilizamos hoy en día para eliminar mohos y bacterias contienen plaguicidas, así que es necesario leer las etiquetas. Conozca el contenido de los productos que está utilizando y siga las instrucciones de seguridad. Todas las empresas deben tener y leer las Hojas de datos de seguridad (SDS) de cada producto comercial que esté en uso, y el uso del equipo apropiado de protección individual (PPE). Algunas pautas simples son las siguientes:
 
  • Use guantes y gafas de seguridad para proteger sus ojos y la piel.
  • Nunca mezcle productos de limpieza.
  • Nunca use un limpiador en concentración original cuando las instrucciones indiquen que se use en dilución.
  • Tenga cuidado en habitaciones pequeñas o en habitaciones con ventilación deficiente. Deje abiertas las ventanas y use ventiladores para mantener la circulación de aire.
  • Use menos limpiadores tóxicos siempre que sea posible.
Tenga en cuenta que el uso de mascarillas contra el polvo no evitará la inhalación de los gases de los limpiadores. Trate a los productos de limpieza como sustancias químicas que son, siga todas las instrucciones y aplique las precauciones adecuadas para mantener la seguridad al hacer la limpieza.