Es fácil olvidarse de los accidentes que casi ocurren o los que no resultan en lesiones. Pero existe peligro en hacer caso omiso de accidentes que no resultan en lesiones o daños. Cuando esto ocurre, debe inmediatamente alertar que algo anda mal, estuvo mal planeado u ocurrió inesperadamente, y que puede volver a suceder. La próxima vez que suceda puede resultar en daños, lesiones o muerte.

En cada accidente generalmente existen varios factores contribuyentes, la mayoría de los cuales pueden controlarse. La mejor manera de evitar que vuelva a ocurrir una situación peligrosa es examinar esos accidentes de los que se salvó “por un pelo”. Haciendo un examen de las causas básicas del accidente se pueden tomar medidas para eliminar el peligro y mejorar el sistema de trabajo.

A veces existen causas múltiples en los accidentes, que pueden incluir: equipos (maquinaria sin resguardos), ambiente (mala iluminación, alto nivel de ruido), personal (procedimientos que no se han entendido o no se observan) o gerencia (permite uso de métodos no autorizados). No se deben hacer acusaciones instantáneas. Examine los hechos y descubra lo sucedido. Busque las causas inmediatas y subyacentes. La causa inmediata puede ser una condición insegura, tal como una falla mecánica o una acción insegura por parte de un empleado. La causa subyacente puede ser mantenimiento incorrecto de una máquina, un resguardo faltante, un área de trabajo con demasiada gente o falta de entrenamiento.

Todos los incidentes deben reportarse al supervisor correspondiente para que se llenen los formularios de reporte accidente/lesiones. Una vez terminada la investigación, se deben buscar soluciones para evitar que el accidente pueda volver a ocurrir en el futuro. Las soluciones pueden requerir controles de ingeniería, controles administrativos, entrenamiento adicional o mejores comunicaciones entre la gerencia y los trabajadores.

Los trabajadores deben inspeccionar diariamente el área en búsqueda de situaciones peligrosas o acciones inseguras, y si descubren alguna, informar al supervisor correspondiente. Estar consciente de los peligros es la clave ene la prevención de accidentes antes de que sucedan. Tome medidas para eliminar los peligros tan pronto como sean descubiertos. Aprenda su lección de los accidentes de los que se salvó “por un pelo”. Éstos pueden suceder una y otra vez hasta que causen una lesión; por eso se debe informar al supervisor sobre cualquier accidente, sin importar lo insignificante que parezca ser en el momento de ocurrir. Nunca se sabe cuando un accidente pueda repetirse y resultar en lesiones o aún la muerte.