Los trabajadores en las guarderías infantiles educan y cuidan bebés y niños pequeños de edad preescolar. El trabajo de cuidado de niños puede dar la apariencia de no tener peligros, pero todos los sitios de trabajo presentan peligros y riesgos. Los trabajadores del cuidado de niños deben prestar atención a su propia seguridad mientras cuidan a los niños.

Use buenas prácticas ergonómicas para reducir el riesgo de lesiones por esfuerzo o distensión. Para protegerse la espalda, trate de encontrar formas de reducir el esfuerzo de levantar a los niños, como el uso de banquillos para que ellos alcancen la mesa de cambiar pañales, lavabos o fuentes. Para consolar a un niño, arrodíllese a su nivel en vez de doblar la espalda o levantarlo. Evite doblar la espalda o encorvarse cuando limpia o pone las mesas bajas o hace las camas; doblando las rodillas y manteniendo erguida la espalda se protege la espalda durante estas tareas.

Al trabajar alrededor de muebles pequeños, con numerosos juguetes y niños pequeños aumenta el riesgo de resbalones, tropezones y caídas; use zapatos resistentes y cómodos con buena tracción. Camine lentamente y evite apurarse cuando lleve a un niño u otra carga que le pueda obstruir la visión. Entre las diferentes actividades, recolecte los juguetes tirados. Asegúrese de limpiar de inmediato cualquier derrame, y que las alfombras estén sujetas; todas las personas en la guardería son responsables de reducir los riesgos de resbalones, tropezones y caídas.

El control de infecciones reduce la diseminación de los gérmenes. Lávese las manos después de tocar a niños enfermos, después de cambiar pañales, después de ayudar a un niño a ir al baño, antes de preparar alimentos, antes de comer y antes de irse al fin del día. Lave con frecuencia las mesas, mostradores y fregaderos con una solución débil de lejía. Un blusón o delantal reduce la transmisión de los gérmenes, especialmente en el cuidado de bebés. Considere vacunarse contra la varicela, la hepatitis B, el sarampión, la rubéola, las paperas, la poliomielitis, el tétano y la difteria, todas las cuales pueden producir enfermedades graves.

Las infecciones de piojos son contagiosas y comunes en el cuidado de niños. Estos pequeños insectos se transmiten a través del contacto de piel a piel o por el uso común de peines, cepillos, toallas, sombreros, cascos y ropa de cama; se debe evitar compartir artículos personales. Los piojos no son peligrosos y no llevan enfermedades; infectan a la piel, especialmente el cuero cabelludo y pueden ocasionar picazón fuerte y erupciones. Su tratamiento requiere un champú especial y peinado fino del pelo para eliminar los piojos y sus huevos.

Para proteger contra agentes patógenos presentes en la sangre, tales como la hepatitis o el virus VIH, practique precauciones universales al cambiar pañales, ayudar a los niños a ir al baño, limpiarles la nariz, hacer exámenes físicos y administrar primeros auxilios. Siempre use guantes durante estas tareas. Los guantes de látex se usan comúnmente como precaución universal y al cocinar o servir alimentos; infórmese sobre los síntomas de la alergia al látex, tales como ojos llorosos e irritación de la piel. Asegúrese de que los guantes de látex que usted usa tengan talco para reducir su contacto con la piel, y también que hayan alternativas disponibles a los guantes de látex.

Al supervisar a los niños en áreas de recreo a la intemperie, tome precauciones cuando esté bajo el sol. Use un sombrero y loción contra el sol para protegerse contra los rayos ultravioleta dañinos; las áreas de recreo bajo techo o a la sombra son ideales. El recreo a la intemperie puede conducir a estrés por frío o calor, dependiendo del clima y la estación del año. Vista varias capas de ropa ligera y vigile los síntomas de estrés por frío o calor.

El cuidado de niños es un servicio vital para las generaciones futuras; usted es una maestra y modelo de comportamiento para los niños que cuida. Mientras centra su atención en su propia salud y seguridad en su trabajo, debe dar ejemplo del buen comportamiento y asegurar que el entorno del cuidado de los niños sea seguro tanto para los niños como para los adultos. Mantenga las guarderías infantiles libres de peligros tales como recipientes con agua, estructuras para escalar que sean inestables o no estén bien acolchonadas, y acceso a sustancias químicas o medicinas. Es esencial mantener una supervisión constante de los niños; nunca deben quedar aislados del grupo ni sujetados en forma alguna que pueda ocasionar un peligro de estrangulación. El impacto emocional de una lesión o muerte de un niño en el entorno de cuidado de niños es devastador y tiene grandes transcendencias; protéjase a sí misma y a los niños que cuida – por la seguridad de todos.