Nota: Cal/OSHA tiene regulaciones específicas que rigen los límites de exposición para la sílice cristalina respirable. Entre ellos se incluyen los requisitos de un programa escrito, el seguimiento de la exposición y las notificaciones a los empleados, el equipo de control del polvo y las prácticas laborales, la señalización, la capacitación de los empleados y la vigilancia médica. Consulte la página web de preguntas frecuentes sobre la sílice de Cal/OSHA.

 

En las fundiciones existen muchos peligros: El ambiente caliente y el potencial de quemaduras o incendios alrededor de los hornos y los crisoles. De los metales fundidos se desprenden gases. Los materiales utilizados en los moldes de arena pueden crear sílice cristalina. Los dispositivos de corte, los chorros de arena y el esmerilado crean polvo. Las bandas transportadoras, las trituradoras y prensas de troquelado presentan peligros de atrapar o aplastar partes del cuerpo. Estas actividades combinadas producen un ambiente ruidoso. Los trabajadores necesitan buenas prácticas de trabajo, ventilación adecuada y equipos de protección personal (PPE, por sus siglas en inglés) para estar seguros.

Los PPE le protegen contra el ambiente de la fundición. Use zapatos de cuero, guantes y anteojos con resguardos laterales. Un sombrero con ala le protege contra salpicaduras. Use protección para los oídos en ambientes ruidosos. Cuando trabaje directamente con metales fundidos, en el calor o cerca de las llamas, use un casco de seguridad, delantal, chamarra o capa, chaparreras y polainas de cuero, de tela de fibra de vidrio con recubrimiento de aluminio, de telas sintéticas o de lana tratada. Considere una careta de tela de alambre, dependiendo de las tareas que haga.

Ya que los hornos, crisoles y metales en las fundiciones se encuentran a tan altas temperaturas, tenga cuidado al trabajar. No trabaje con equipos o procesos que no conoce. Esté consciente de dónde tiene las manos cuando trabaja con bandas transportadoras y maquinaria automatizada. Todos los equipos que use deberán funcionar debidamente. Inspeccione los equipos de la fundición con frecuencia para detectar grietas o indicios de desgaste.

Nunca meta agua al horno o a los crisoles. Cualquier residuo de agua puede ocasionar una explosión peligrosa. Vierta y funda el metal en áreas que tengan una superficie no combustible, tal como metal o arena. Cualquier metal fundido que se derrame puede desplazarse a grandes distancias, por lo que hay que mantener las áreas de trabajo libres de obstáculos. Se debe tener a la mano un extinguidor Clase D, junto con una pala y arena limpia y seca para combatir incendios.

De los metales fundidos se desprenden gases que pueden ser peligrosos si se respiran. Cuando sea posible, use metales limpios para alimentar los hornos. El fundir chatarra puede generar gases provenientes de pinturas, lubricantes, recubrimientos o aditivos de plomo, níquel o cromo que son peligrosos si se respiran. Use buena ventilación por medio de campanas de extracción y use equipos de respiración aprobados médicamente para usted, que le queden bien y en los que usted haya recibido capacitación para utilizar.

La arena de los moldes frecuentemente contiene sílice. Quedar expuesto a sílice cristalina, puede causar silicosis, una enfermedad de los pulmones, o cáncer del pulmón. Use buena ventilación y medidas de control del polvo, tales como materiales de fijación para controlar la sílice cristalina. Empacar los moldes, sacudirlos o limpiar las piezas fundidas también puede ser una fuente de sílice cristalina, por lo tanto se deben usar equipos de respiración y trabajar en un área con buena ventilación. Los procesos cerrados y/o automatizados pueden reducir aún más su exposición a sustancias peligrosas en el aire.