Los administradores, custodios, cocineros, ayudantes, enfermeras y médicos en hospitales trabajan en un ambiente desafiante las 24 horas del día, los 7 días de la semana, dedicados a la atención de la salud pública. Los trabajadores están expuestos a esguinces y torceduras, enfermedades contagiosas y de origen sanguíneo, pinchazos, uso de sustancias químicas, estrés y violencia en el sitio de trabajo. Infórmese sobre estos peligros; capacítese y use prácticas seguras de trabajo.

Los enfermos van al hospital o se quedan en cama. Pueden tener gérmenes transmisibles, medicamentos tóxicos o agentes patógenos en la sangre que pueden hacer daño a visitantes o trabajadores sanos. Practique el buen orden y aseo descontaminando las superficies y los equipos después de su uso. Use guantes y ropa de protección, tales como uniformes, batas médicas o batas de laboratorio. Cúbrase las lesiones abiertas mientras está en el trabajo.

Lávese las manos con frecuencia en el trabajo. No se toque la cara, la nariz o los ojos mientras esté en el trabajo. Cámbiese la ropa y los zapatos, y dúchese antes de salir del trabajo. Sométase a exámenes de evaluación médica, incluyendo una prueba anual de tuberculosis, para vigilar las exposiciones potenciales en el trabajo.

Para prevenir la exposición a agentes patógenos transmitidos por la sangre, tales como el virus VIH o la hepatitis B o C, tome las precauciones universales cuando entre en contacto con pacientes. Evite los pinchazos y las salpicaduras de sangre o de otros líquidos del cuerpo a los ojos, la boca, la nariz o a cortaduras o rasguños en la piel usando gafas o careta. Use las prácticas seguras de trabajo con la ropa de cama sucia, vendajes usados o desperdicios médicos para prevenir una exposición accidental. Los desperdicios médicos se deben contener en bolsas dobles y guardarse de forma segura. Mantenga las agujas hipodérmicas y los objetos filosos tales como bisturís, cuchillas y navajas en estuches fuertes y resistentes a las perforaciones.

Si usted sufre una exposición en su trabajo, repórtela y busque atención médica de inmediato. No existen vacunas para el virus VIH ni la hepatitis C, por lo que evitar las exposiciones es la mejor medida de prevención. Vacúnese contra la hepatitis B, la cual puede ser transmitida a través de salpicaduras de sangre y pinchazos filosos.

Las sustancias químicas utilizadas para la limpieza, desinfección y esterilización pueden afectar a la piel, a las membranas mucosas y al sistema respiratorio. Los gases anestesiantes, los fármacos de quimioterapia y los de terapia hormonal, al igual que la exposición a radiación pueden afectarle nocivamente a la salud. Use los materiales en las concentraciones apropiadas para mezclarlos y las dosis correctas, en áreas bien ventiladas, para evitar respirar vapores concentrados.

Las lesiones ergonómicas son frecuentes en los hospitales; lea el artículo “Handling Patients Safely” (La seguridad en el manejo de los pacientes) disponible a través de State Fund para obtener recomendaciones. Los trabajadores de hospitales pueden trabajar turnos largos, estar de pie por muchas horas en las estaciones de trabajo y caminar bastante. Use zapatos cómodos y con buen soporte en su trabajo. Los tapetes antifatiga reducen el esfuerzo de estar de pie.

Brindar servicios a poblaciones y personas en riesgo durante las crisis de salud con alto nivel de tensión puede conducir a la violencia en el trabajo. Mantenga seguro el edificio cerrando con llave las puertas laterales y las ventanas. Controle el acceso al edificio. Mantenga una vigilancia de seguridad con cámaras, ventanas de observación y personal de seguridad. Capacítese sobre el servicio a clientes y cómo manejar las crisis de comportamiento. Conozca los procedimientos de emergencia y los sistemas de alarmas, y haga prácticas de respuesta a emergencias.

El trabajo por turnos y los bajos niveles de personal someten a estrés a los trabajadores en hospitales. La exposición a pacientes con heridas graves y las crisis personales también pueden afectarles a los trabajadores. Mantenga su salud, aliméntese bien, y descanse lo suficiente para ayudarle a su cuerpo a sobrellevar todo esto. Hable con su supervisor para establecer prioridades y manejar sus tareas de trabajo. Después de incidentes de emergencia, organice sesiones para rendir informes y ofrecer terapia de grupo.